Los 5 errores más comunes al diseñar la portada de tu libro (y cómo evitarlos)
La portada de un libro no es solo algo bonito, es lo primero que ven tus lectores y muchas veces lo que les lleva a interesarse por tu historia.
Especialmente en la autopublicación, es fácil caer en errores que restan profesionalidad y, lo que es peor, ventas.
Después de trabajar con varios autores como ilustradora de portadas, he detectado ciertos fallos que se repiten una y otra vez.
Aquí te cuento los 5 más habituales y cómo puedes evitarlos para que tu portada juegue a tu favor desde el primer minuto.
1. Usar imágenes poco profesionales o demasiado vistas
Muchas veces se recurre a fotos de bancos gratuitos. El problema es que suelen ser genéricas, frías, y en algunos casos… repetidas en varios libros distintos.
¿Qué hacer para que tu portada no sea generica y fría?
Apuesta por ilustraciones originales o composiciones únicas que conecten con la esencia de tu historia. Una buena portada tiene personalidad.
2. Tipografías difíciles de leer
Nada peor que no entender ni cual es el título del libro. He visto portadas preciosas con textos ilegibles. Letras demasiado finas, con poco contraste o colocadas sobre imágenes que las tapan por completo.
✅Elige fuentes claras y jerarquizadas. Asegúrate de que el título se lea perfectamente, incluso en miniatura. Recuerda: no estás diseñando un póster artístico, sino una herramienta de comunicación.
3. No reflejar el género ni el tono del libro
Este es más común de lo que parece. Una portada puede estar bien resuelta a nivel gráfico, pero si no comunica el tipo de libro que hay dentro, estás perdiendo lectores. (No tendría sentido hacer una portada luminosa y colorida para un libro de terror).
Tu portada debe actuar como una promesa visual. El lector debe intuir el género, el tono y si ese libro es para él con solo echar un vistazo.
4. Ignorar las especificaciones técnicas
Aquí entran los problemas que surgen al preparar el archivo final para Amazon KDP u otros servicios de impresión bajo demanda.
Errores típicos:
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Tamaños mal configurados
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Lomos desajustados
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Baja resolución
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Textos fuera del área segura
Es fácil cometer estos errores así que asegúrate de trabajar con alguien que ya se haya enfrentado a ellos y pueda entregarte un archivo listo para imprimir sin sorpresas.
5. Pensar solo en “lo bonito”
Además de ser bonita una portada debe introducir al lector hacia la historia. Por lo que siempre es interesante que aparezcan personajes, escenarios y detalles.
Conclusión:
Evitar estos errores puede ayudarte a que tu libro tenga una mejor acogida, se entienda a simple vista y conecte con las personas adecuadas. Una buena portada no tiene que ser compleja, pero sí tener intención: reflejar lo que hay dentro y despertar interés desde el primer vistazo.
Si necesitas ayuda para diseñarla, podemos hablar para crear la portada personalizada que necesita tu libro.